Buscando intereses comunes con nuestros colegas de las asociaciones amigas de coaching y supervisión en el Museo del Cómic.
El lugar era interesante y, como sabemos por los entornos de coaching y supervisión, es el lugar, el entorno, lo que influye en el ambiente. Tuve el placer de codiseñar la reunión como presidenta de la EASC.
Fue un experimento: tres asociaciones europeas del ámbito del coaching, la supervisión y el mentoring se reunieron el 11 de octubre para debatir sobre ética, normas y tendencias. El proceso de preparación duró varios meses hasta que se creó la suficiente confianza para buscar un terreno común, a pesar de todas las diferencias, para ver dónde podíamos reforzarnos mutuamente y acercarnos a nuestro objetivo común de prestar más atención al coaching y la supervisión en Europa.
Las tres asociaciones, EASC, EMCC y ANSE, buscaron entonces personas interesadas en sus filas que quisieran acompañar este proceso, y así se reunió un grupo de coaches y supervisores profesionales que querían intercambiar ideas y ver qué era posible.
Y lo que surgió por encima de todo fue que queremos continuar, buscar juntos dónde podemos desarrollar algo. En el ámbito de la ética, la ANSE y la EASC comprobarán si podemos firmar el Código Ético de la EMCC y aportar nuestros temas a los trabajos posteriores. Juntos queremos crear un grupo de trabajo internacional en línea en el que los colegas puedan reflexionar sobre los dilemas éticos de las asociaciones. Queremos ver si podemos debatir enfoques comunes en el ámbito del "cumplimiento de las directrices éticas". El tema de la "seguridad en la red" también podría estar en la agenda común.
Sin embargo, lo que más marcó la jornada fue el ambiente que se respiraba, basado en la escucha mutua, la confianza y la búsqueda de puntos en común. Para que se nos escuche en Europa y a escala nacional y para que el coaching y la supervisión ocupen el lugar que merecen, para que se desarrollen nuevos campos, todo esto funciona mejor en conjunto. Tomar la competencia como un estímulo positivo y como un incentivo para ser mejores, y demostrar que las asociaciones de estos dos sectores pueden lograr mucho juntos, es un principio que hay que impulsar.
Estamos buscando formas; hay ideas, por ejemplo, para crear una comisión de intereses en el Parlamento Europeo, para seguir trabajando en el tema de las tendencias y herramientas en ambos sectores, tal vez con un proyecto europeo, etc.
Pero lo más importante del primer encuentro me parece que son dos cosas: que fue un placer intercambiar con tantos colegas profesionales de diferentes asociaciones y que seguiremos hablando entre nosotros, viendo en qué podemos reconocernos y apoyarnos, abrir nuevos caminos juntos –hay mucho camino por recorrer–. ¡Hagámoslo!
Susanne Rieger